GÓMEZ GIRALDO Luis Jair
Resumen:
Desde el siglo XIX se ha visto una preocupación por los problemas ambientales derivados de la manera como los humanos operamos sobre la naturaleza. Se considera en general que una forma de hacerlo es partiendo de la idea de que el humano es el amo y señor y tiene todo su entorno a su servicio, pero también, otros consideran que las relaciones son de dependencia, de tal manera que somos uno más dentro de todo el mundo vivo. Se suele considerar que la mayor expresión del daño que se ha hecho al ambiente es el denominado cambio climático y se atribuye gran importancia en este caso a la contaminación atmosférica provocada por las emisiones de gases desde las chimeneas industriales y desde la quema de los combustibles fósiles por los carros.
Pero a diferencia de lo anterior, surgieron dos posiciones, claramente sistémicas, que consideran que la vida como tal, es la causa de las particularidades de la atmósfera y el suelo terrestre a diferencia de lo que ocurre en Marte y Venus, los planetas más cercanos a la Tierra dentro del sistema solar y donde aún no se reconoce actividad biológica alguna. En 1926, un científico ruso, Vladimir Vernadsky, publicó en Leningrado la primera versión de su obra escrita en francés, “La Biosfera” en la que considera que “la capa exterior de la Tierra no puede, por consiguiente, ser considerada como una región de sólo materia, sino también, como una región de energía y la fuente de transformación del planeta”. “La materia viva crea innumerables compuestos químicos nuevos por fotosíntesis y se extienden a la biosfera a una velocidad increíble como una delgada capa de sistemas moleculares”. Más recientemente en 1979 aparece el primer libro de J. Lovelock, quien se unió a la teoría de la Biosfera y plantea la teoría de Gaia que considera al planeta Tierra como un organismo vivo en el que se ha dado la evolución de todos los seres vivos por selección natural lo que desempeña un importante papel de autorregulación del planeta, pero además esta evolución biológica y la geológica son en realidad dos procesos íntimamente relacionados. Si hacemos cambios muy drásticos como los que actualmente ocurren en estos procesos, se genera una grave crisis que puede alterar la posibilidad de la vida humana sobre el planeta.
Publicado:
Revista Academia Colombiana de Ciencias Veterinarias Volumen 8 No 1